El Director Internacional de la firma tecnológica señala que se producirá una nueva aceleración muy importante del abandono de los procesos mecanizados
El Director Internacional de Semicrol, Vicente Alciturri, ha señalado que “la investigación clínica deberá responder a las nuevas necesidades de transparencia, eficiencia, seguridad e innovación producidas por el tsunami de la transformación digital”, derivado de la crisis sanitaria de la COVID-19. En este sentido, indica que, aunque en estos primeros meses de pandemia ha habido avances muy importantes, ya se vislumbra una nueva aceleración del proceso de abandono de los procesos mecanizados.
Así lo ha afirmado durante su intervención en la 31ª Asamblea General REGIC, la asociación que agrupa a entidades gestoras de investigación clínica, hospitalaria y biosanitaria y que este año ha celebrado su encuentro en formato virtual.
Para Alciturri, “la pandemia está cambiando toda nuestra forma de hacer” y ya ha influido en la actividad profesional impulsando nuevas formas de colaboración con herramientas tecnológicas, como Zoom o las VPN. Pero, a su juicio, “esto es solo el principio” y en los próximos tiempos habrá que afrontar nuevos retos en este sentido, motivados también por los cambios que se producirán en la regulación.
“El 2020 nos ha pillado desprevenidos y probablemente no estábamos preparados para todo lo que ha sucedido”, ha explicado, señalando que “vamos a un mundo en el que la gestión de nuestra actividad va a ir a cero papel”, lo que afectará a la digitalización de contratos, tickets y facturas, el pago de impuestos, la justificación de ayudas y subvenciones o las mesas de contratación.
Tal y como ha explicado el Director Internacional de Semicrol, en un futuro muy cercano todas estas cuestiones se realizarán de forma telemática, con lo que “la tecnología va a ser el vehículo en el que se va a conducir gran parte de nuestra actividad, minimizando el registro manual de información que actualmente seguimos haciendo y acelerando de manera muy pronunciada el camino que ya se había emprendido”.
Transparencia, eficiencia, seguridad e innovación
En este escenario, el “reto inmediato” para las entidades gestoras de investigación será adoptar soluciones con las que poder ofrecer una mayor transparencia, eficiencia del personal, seguridad informática e innovación tecnológica.
Así, a la transparencia a la que actualmente ya están obligadas este tipo de entidades, a la hora de hacer pública la información relativa a convenios, subvenciones, cuentas bancarias, gestión económica, presupuestos, etc, se le sumarán nuevas exigencias relativas al modo en el que toda esa información se pone a disposición, es decir, no sólo que el acceso sea abierto, sino también que se comparta de manera accesible y explotable por el ciudadano.
En cuanto a la eficiencia del personal, la dificultad para ampliar las plantillas obligará a destinar el talento a “tareas de verdadero valor añadido”, en lugar de al registro de información de manera manual o la generación de informes. Una tarea de la que se deriva la necesidad de seguridad informática, para proteger la información digitalizada ante el riesgo creciente de ciberataques, tal y como establece el Esquema Nacional de Seguridad.
“Todo ello os lleva a seguir peleando y empujando con uno de los factores más presentes en vuestro ADN: la innovación. Tenéis que apostar por subiros en mayor medida al carro de la transformación tecnológica y presentaros ante los investigadores, ante vuestros patronatos y colaboradores de una manera mucho más telemática”, recomendó Vicente Alciturri. “Ese es el reto que tenemos todos por delante. Nosotros, desde la tecnología, estamos a vuestro servicio para poder apoyaros y acompañaros en este camino que, siendo incierto, nos ha tocado vivir a todos”.